
El terror agoniza.
Nosotros los espectadores, en estos últimos meses hemos notado un descenso en la calidad de las películas de terror más recientes, parece que al paso del tiempo el terror ha perdido esa esencia de transmitir un malestar característico de este género cinematográfico.
Recientemente hemos visto películas como “Un lugar en silencio” “La primera purga” “Slenderman” y “La monja”.Las últimas tres películas sobrepasaron todas las malas expectativas que podían tener, la categoría del terror actualmente carece de originalidad y suspenso, pues sus historias resultan del todo simples, sus personajes son planos y sin una personalidad memorable, la falta de imaginación en los paisajes, un maquillaje poco extravagante, dependencia total de los screamers al causar pánico y terror (muy mal lograda esa sensación), guiones sin sentido, y por supuesto el abuso del tema religioso para el desarrollo de la trama principal.
Los filmes contemporáneos no se esfuerzan por buscar variedad y siempre recurren al tema de la religión como punto céntrico, y eso no es necesariamente malo; si no fuera tan burdo y ridículo. Una película de terror empieza a perder valor si te obliga a fijar a un sistema de creencias particulares para provocar miedo y asustar al espectador; la industria cinematográfica explica el horror con una comprensión limitada del pensamiento religioso.
El género en Hollywood ha tirado por la borda el sentido de sus películas, abandonando la lucha por ofrecer una explicación coherente, lo que ha provocado que ya no exista un esfuerzo por causar miedo duradero y se convierta en mediocridad cinematográfica.
Comparando las películas recientes con el cine de los 90, nos dimos cuenta que en ese entonces los directores y guionistas se desvivían por sembrar un terror único en los espectadores, algo que actualmente no se ha podido replicar debido a que el público recuerda más una película de los 90’s; la poca originalidad en el desarrollo de personajes y el uso de clichés poco comunes; ocasiona que los espectadores tengan altas expectativas del cine de terror contemporáneo.
Pero para nuestro género cinematográfico favorito no todo son malas noticias, pues “Un lugar en silencio” demostró ser una de esas películas que se arriesgan a romper con los esquemas pre establecidos por la industria; estamos ante la nueva entrega de Halloween dirigida por Gordon Green.
