Candyman es una buena película de terror, original en varios aspectos y muy recomendable, la realización tiene un tono que recuerda a las películas clásicas de terror, pero, con algunos momentos muy sangrientos, que terminan rompiendo un estilo usualmente elegante, en ese sentido se parece un poco a “Drácula” de Gram Stoker, película que se estrenaría un mes después que Candyman, pero eso sí, situando la historia en el presente y cambiando los castillos y las partes remotas del mundo por un escenario urbano y barrios marginales. También recuerda bastante a Drácula por la conducta del villano por el hecho de que va seduciendo a la víctima para que esta se entregue a él, en vez de simplemente matarla como harían otros villanos del género.

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Un gran punto a favor y diferencia que encontramos en Candyman con los típicos slashers de terror, es que la víctima principal es una mujer adulta y no una adolescente, dejando claro que la película pretende ser una más madura; donde los personajes no tomen decisiones sin sentido. Los sustos funcionan bien y los discursos de Candyman que aunque son algo pretenciosos, tienen un toque hipnotizador que ayuda bastante al espectador para internarse más en el universo de la historia.

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La mecánica de invocación frente al espejo del villano funciona bastante bien, pues es una forma rápida de crear tensión, pero claro está que eso debe mucho de leyendas urbanas como la de Bloody Mary en Estados Unidos o Verónica en España, lo que provocaría un intento por parte del director para hacerlo “original” mencionando el nombre de Candyman cinco veces en vez de tres, resulta excesivo pues con tres hubiese bastado ya que así sería más fácil llevar la cuenta de cuantas veces ha dicho alguien el nombre.

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La realización es buena, el soundtrack es perfecto y los personajes están bastante bien construidos. Trata temas interesantes como el racismo y no solo porque Candyman sea un negro asesinado por blancos racistas que vuelve para vengarse, sino porque los personajes blancos que vemos son ricos, con buenos trabajos pese a que nos son muy buenas personas que digamos, mientras que todos los negros y latinos tienen trabajos deplorables y viven en barrios peligrosos, lo que deja muy en claro la existencia de un desequilibrio social marcado por la raza. Además, Candyman es la única saga de películas de terror en la que el asesino es negro, por lo cual también destaca por darle el papel más importante de una saga de terror a un hombre negro. Otro tema que se trata es el de la locura, pues todo el mundo toma como loca a la protagonista y de hecho se puede entender que en realidad está loca y ha cometido los crímenes de lo que se le acusa, además de que su visión y/o versión que ella crea en su cabeza de lo sucedido es lo que se ve en la película.

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Pese a todos los buenos puntos que obtiene esta película, no es del todo perfecta, hay pocas muertes y la mayoría no las vemos, el objetivo de Candyman no está del todo claro, provocando que la película no acabe de tener un tono bien definido, pues al fusionar el terror clásico y el slasher es posible no llegar a satisfacer a los fans de ninguno de estos dos estilos. Ante todo esto, es una buena película que obtuvo bastante éxito en su momento, sobre todo teniendo en cuenta que el presupuesto para hacerla había sido bastante bajo.