Los remakes no son nada nuevo, en la historia del cine hay muchos directores y productores que han decidido reinterpretar películas ya existentes a su manera, algunas de estas reinterpretaciones incluso se han hecho más famosas que las películas originales en las que se basan. Sin embargo, parece que de un tiempo a esta parte la industria del cine ha desarrollado un gusto especial por los remakes.

 Actualmente en el cine podemos observar una creciente ola de remakes en los géneros cinematográficos más populares, pero, especialmente en el género de terror, la mayoría de los directores de este género recicla ideas de películas clásicas y legendarias del cine. Por esta razón los espectadores nos hemos encontrado en una gran encrucijada, pues sí, amamos a los villanos de terror clásicos, pero el problema real radica en la escasez de nuevas ideas para la creación de esa nueva y revolucionaria generación de villanos, que mezclen los conceptos clásicos del terror con nuevas y más refinadas técnicas de crear tensión, suspenso y sobre todo terror en el espectador.

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 Otra problemática que se da con el abusivo uso de los remakes, es la completa descontinuación de la historia o en el peor de los casos,  el cambio total de la historia original, creando un conflicto en los fans más antiguos de ciertas sagas de terror, pues los directores buscan reconstruir a los personajes principales de las entregas clásicas del género, ya que buscan adaptarlos a un contexto más contemporáneo, haciendo que las historias suenen más realistas para que causen un mayor impacto en el espectador.
 
 Es razonable que se hagan remakes de los clásicos del terror, pues muchas veces los villanos de estas historias marcaron un antes y un después  en la forma de hacer terror, pese a esto, el hecho de basar a los nuevos conceptos de villanos en los referentes de épocas pasadas resta originalidad, lo que muchas veces da como resultado a personajes mal construidos, carentes de una personalidad interesante y fatídica esencia del intérprete, todos estos elementos dan como resultado un protagonista mediocre y bastante olvidable.

 

 

 

 

 

 

 

 La problemática a la que se enfrentan los remakes es el hecho de superar a la película original, pues, en la mayoría de los casos se cuenta con un mayor presupuesto, avances técnicos y por supuesto, un conocimiento profundo sobre los aciertos y errores de la entrega anterior. Fueron muy pocos los remakes que lograron sobreponerse a sus contrapartes originales. Tal fue el caso de “El amanecer de los muertos” dirigida por Zack Snyder, dando como resultado una excelente adaptación del clásico dirigido por George A. Romero, con grandes escenas que serán recordadas por el terror que causa en el espectador, pues, cuenta con una gran composición artística y audiovisual que hacen de un goce la reproducción es este remake del 2004.

 

Pero no todos los remakes son malos, algunos directores se han arriesgado demasiado e incluso superan la película original.

Podemos concluir que el hacer remakes resulta una necesidad producida por la nostalgia de querer ver a esos villanos y monstruos que marcaron nuestra juventud cinematográfica.

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