En 2001 el terror había llegado a su segunda crisis, la primera arrivó cuando las sagas de los 80 empezaron a ser demasiado ridículas para dar miedo, no tanto por una perdida de calidad sino más bien por pura repetición, la cual estaba abanderada por Viernes 13, que sacaba una entrega nueva casi cada año, rara vez ofreciendo una película de terror decente.

 

Con la llegada de Scream el género se renovó y su éxito causó la aparición de una serie de imitadores que buscaban un trozo del pastel, que usaron la misma formula de jóvenes siendo perseguidos por un asesino que en realidad es una persona normal tomándose algún tipo de venganza.

 

Pero de nuevo el género fue victima de la repetición, lo que empezó a provocar el rechazo del público, por lo que los directores comenzaron a formulas nuevas ideas para provocar terror en los espectadores. Fue así como el director Victor Salva rompería con los esquemas establecidos del género para revolucionarlo con Jeepers Creepers.

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Jeepers Creepers fue una película de terror refrescante y original en un momento en el que el género estaba sobre saturado de películas que intentaban replicar el éxito de Scream, con personajes superficiales, odiosos y con tramas calcadas. Aquí Victor Salva huye de los personajes simplistas, tanto en las victimas como en el villano, además de incluir buenos comentarios de humor negro, momentos tensos, situaciones realmente terroríficas y buenos diálogos. Da como resultado una trama más profunda de lo que uno puede esperar y evita ser increíblemente previsible, un problema común en el género.

 

La película cuenta con buenas interpretaciones y personajes, una relación entre hermanos (protagonistas) bien llevada a la pantalla, algo muy poco común en el cine de terror y lo que se debe resaltar es un excelente uso de la música.

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Altera en gran medida al género Slasher haciendo que la victima sea el hombre y no la mujer o que al final no consigan vencer al villano pese a que la policia se enfrente a él. Lo más interesante de la película es el villano.

 

Es un ser fascinante que vamos descubriendo poco a poco con el que crean un universo propio, sin llegar a definirlo demasiado lo que permite mantener el misterio, Victor Salva escapa de las tendencia del típico villano realista y humano, en este caso se decide por ir al extremo opuesto, creando un vilano sobre natural con rasgos demoniacos y capacidades sobre humanas, que para mi acaban siendo más creibles que una persona normal tomando venganza por lo que pasó el verano pasado.

 

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En Jeepers Creepers tenemos un villano demoniaco que en realidad no mata por diversión o para castigar a sus victimas sino simplemente para conseguir piezas humanas que le interesan, no es que sea malvado o cruel, es que para el los humanos son simples bancos de órganos que necesita para mantenerse con vida, se le puede describir como una especie de dios indiferente que hace lo que le da la gana por que esta a otro nivel. Un concepto aterrador ya que a diferencia de otras películas de terror las victimas no son para nada especiales sino ganado insignificante que se a cruzado en su camino.

 

Pero por más que me haya gustado el villano, lo que más me llamó la atención fueron los protagonistas Trisha Jenner interpretada por Gina Philips y Darius  Jenner interpretado por Justin Long, con los que se consigue forjar una relación de hermanos creíble, divertida, natural y sincera, cosa que en el 2001 parecía imposible en el terror.

 

Victor Salva haría una excelente trabajo con Jeepers Creepers dandole un respiro al género.

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